Existen muchas causas por las cuales se sobrecalientan los sistemas de compresores de aire, gas o al vacío, que a su vez derivan en gastos de reposición o incluso, en tener que cambiar todo un sistema, lo que acarrea mucha derrama de dinero. Por lo general, una sala de compresores, debe estar con una buena temperatura, que no sobrepase un cierto estrés térmico, pero a veces, es inevitable que estos mecanismos no se sobrecalienten, por las operaciones industriales y de producción que se deben cumplir.
Tal vez una de las causas principales, es el inadecuado manejo microclimático en estas importantes salas, muchas veces incidido en un mayor porcentaje, por un mal aire acondicionado, y un mal control de humedad y temperatura. Por ello, es fundamental que en estas áreas haya un sistema de climatización que otorgue un buen confort térmico para trabajadores, y así, para mantener la maquinaria en buen estado, sin fluctuaciones térmicas y de saturación atmosférica.
Otro factor que detona un sobrecalentamiento en máquinas de compresión, es no usar repuestos originales; componentes de otras marcas, invariablemente podrían llevar a que estos mecanismos se calienten demasiado. Lo mismo va para las labores de mantenimiento, ya que los filtros sucios, tuberías con obstrucciones y otros componentes que no se ajusten periódicamente al sistema, provocarán sobrecalentamientos.
El tema del mantenimiento se debe extender en la climatización mecánica de la nave industrial, y más en las salas de compresores. El aire acondicionado tiene que estar en buen estado durante todo el año, por lo que la limpieza y ajustes periódicos, son una prioridad, o al menos algo importante a atender dentro de la agenda operativa de un gran complejo industrial.
Es posible que un sistema de climatización alcance cierta obsolescencia con el pasar del tiempo, de ser así, habrá que reemplazar dichos equipos con tecnología más reciente, como la tecnología Inverter.
Obviamente si los compresores resultan obsoletos, tendrán los mismos problemas de que se calienten en extremo. En ese sentido, hay que cambiarlos por modelos más nuevos, que además sean capaces de autorregular su propia temperatura, que dicho sea de paso, a veces dicha autorregulación podría ser insuficiente ante una eventual falta de ventilación en la sala de la maquinaria. Es normal que durante el verano o días muy cálidos, el calor haga mella en las instalaciones, con todo y lo que hay adentro; es necesario checar la ventilación del lugar, ya sea de manera natural o mecanizada.
Hay que notar desde un principio cuando un compresor presenta síntomas que pueden llevar a descomposturas más serias. Después de todo, lo que se quiere evitar son paros imprevistos y costosos. Por un lado, si el compresor tiene dificultades para ejecutar un arranque normal, o de plano hay ocasiones que no responde, entonces probablemente se deba a un sobrecalentamiento en su sistema. En ese sentido, es normal que los ciclos entre operación y descanso de la maquinaria se prolonguen más de lo necesario. Es primordial contar con un ambiente fresco, incluso con sistemas refrigerativos que aminoren los efectos del calentamiento, ya sea a través de aire acondicionado o incluso nebulización.
Por otro lado, los ruidos que algunos compresores suelen hacer son debido a una deficiente lubricación, la cual se puede derivar por un aceite ya caducado en los componentes, o que el mismo no sea el adecuado según el tipo de máquina.
Lo mejor para evitar que los equipos y máquinas se sobrecalienten, es usar repuestos originales para el compresor en cuestión. Como el cuerpo humano, si recibe un órgano que no es compatible, es normal que el sistema corporal lo rechace; es una analogía que se puede describir en los componentes de un compresor.
Asimismo, mejorar la ventilación interna y externa es fundamental en todos sentidos. Los conductos de la máquina de compresión deben estar limpios. El cuarto donde estén los dispositivos, tiene que estar muy bien ventilado, con un buen sistema de aire acondicionado.