Existen creencias, algunas de ellas bien fundamentadas, otras no tanto, En el tema del aire acondicionado industrial. Toda instalación con gran afluencia de personas, además estando emplazadas en regiones con climas extremos, precisan de estos sistemas para la oxigenación adecuada y el confort térmico. Uno de los temas es que estos afectan la salud humana, a la vez que consumen importantes cantidades de energía. Posiblemente eso sea cierto, pero recalcando que no es en todos los casos. Por ejemplo, se ha visto que los sistemas más obsoletos, convencionales y peor aún, sin la limpieza y mantenimiento adecuados, se convierten en focos de contaminación relevantes, un término muy asociado al clásico ‘síndrome de edificio enfermo’. Veamos algunos paradigmas más comunes entorno a la refrigeración y calefacción industrial.

El aire acondicionado repercute en las vías respiratorias, específicamente bronquios

Si bien es cierto que las personas preponderantemente sensibles a los cambios climáticos y a la suciedad de un lugar, son las que comúnmente sufren ante condiciones de mecanismos climatizadores, la otra parte de la verdad, es que eso pasa en mayor medida, porque estos aparatos son manejados de forma imprudente, sin su debida limpieza periódica. El aparato en sí, no repercute, sobre todo si se establecen rangos de temperatura y humedad, en condiciones balanceadas. Establecer estos parámetros dentro de las recomendaciones saludables, de acuerdo al sistema, número de personas y el tamaño del área, entonces no supondrá problema alguno, porque de esa forma, se evitan los choques térmicos, responsables de las gripas repentinas. Es fundamental equilibrar la saturación atmosférica, para que la desecación o una eventual aparición de hongos de humedad, no dañen a personas con alergias crónicas. Si a todo eso, se le implementa el mantenimiento del equipo cada cierto tiempo, de acuerdo al fabricante y al tipo de instalación, entonces será mucho mejor.

El aire saliente de la calefacción industrial o equipos de refrigeración ambiental, está contaminado

La propagación de virus y bacterias por parte de sistemas sucios y obsoletos es una realidad innegable. Pero la otra parte de la verdad, es que al menos los equipos más actualizados y de buena marca, cuentan con los componentes de filtración adecuados, para eliminar cualquier amenaza de este tipo. En cuanto a instalaciones más industrializadas para grandes complejos, los técnicos especialistas, deberán instalar filtros todavía más especiales, capaces de capturar vapores y gases, por no decir bacterias y virus con el mínimo de micras. Pero eso no es todo. Es igual de importante tomar en cuenta la planeación de toda la instalación, con sus entradas y salidas de aire natural, porque no solo ayudarán a no depender exclusivamente de un sistema de climatización, sino también en la renovación de aire de las mismas unidades, para el verdadero intercambio de oxígeno puro y necesario para el desempeño de nuestras labores. En ese sentido, la adición de purificación ambiental a través de humidificadores o nebulizadores/ionizadores, resulta una idea fascinante, porque ya se cuenta con un circuito de apoyo para toda la instalación de climatización natural y mecánica.

Tener en funcionamiento la calefacción industrial o aire acondicionado, es sinónimo de caro o costoso

Un paradigma actual infundado, pero con impacto. Obviamente las familias, empresarios y personas en general, buscamos economizar en todos los ámbitos, y más en las cuestiones energéticas. Es probable que décadas atrás, poseer un aire acondicionado era muy costoso, lo mismo pasó con las televisiones, los mismos coches y otros muchos objetos. Vaya, antes era impensable contar con paneles solares por la altísima inversión, pero ahora eso está al alcance de un gran porcentaje de la población. Todo es cuestión de buscar la mejor tecnología ahorrativa, con mecanismos de larga vida útil, que resulten en buena inversión a largo plazo, con uso de buenos refrigerantes, incluso con ayuda de energía solar u otras fuentes renovables.