Climatización sana con ventilación, calefacción, purificadores y humidificadores para respirar bien en un ambiente sano
Cuando planeamos una mejora estructural de la casa, así como una regeneración decorativa de la misma, muchas veces no pensamos en los materiales que se van a utilizar, asumiendo que son lo mejor y dejando de lado, lo peligrosos o nocivos que pueden ser en un determinado tiempo. Peligros que tal vez sean mortales para nuestra salud a un mediano y largo plazo, porque eventualmente, tales materiales se forman en gases y vapores, o se
combinan con contaminantes interiores que se proyectan hacia la atmósfera de una casa u oficina, y los aspiramos. Imperceptiblemente, estaríamos conviviendo con sustancias derivadas de dichos materiales de construcción, contaminando nuestro cuerpo poco a poco, hasta que enfermemos o contraigamos alguna condición médica crónica.
Lo mismo pasa con las adecuaciones de sistemas de climatización, como aire acondicionado, calefacción, purificadores de aire, deshumidificadores, entre otros, donde tenemos que hacer una planeación para que las entradas y salidas de tales mecanismos, no se vean interrumpidas por algo que genere una polución interna.
Riesgo de asbestosis por efectos de aspiración de amianto
El asbesto o amianto, es un grupo de minerales metamórficos fibrosos con compuestos de silicatos de cadena doble. Es un material muy empleado en la construcción como un importante componente del fibrocemento, para aislantes de origen mineral.
Lo que lo hace extremadamente peligroso, es que se puede dispersar en el aire como fibras que no se perciben con la
vista, pero que resultan muy dañinas para el organismo humano. Lo más grave que puede provocar: asbestosis (fibrosis pulmonar). Esta condición lleva a las personas a una seria dificultad para respirar y eventualmente de no tratarse adecuadamente, provocará cáncer en pulmones.
Si bien este tipo de enfermedades están más relacionadas con la exposición al amianto de forma masiva y progresiva, eso no significa que exponerse a mínimas dosis sea un tema menor, y es que en realidad no hay niveles mínimos de seguridad, que nos garantice una relativa seguridad al tener una exposición a dicha sustancia. Mineros, trabajadores de limpieza y planchado, albañiles, soldadores, chapistas, instaladores, profesionales plásticos o gráficos, entre otros trabajadores, están muy expuestos a esta clase de material.
Es necesario evitar en la medida de lo posible, la inclusión de este material para la decoración o revestimiento en proyectos de restauración de obra, o si se deben usar, tener elementos de climatización sana para la erradicación
del contaminante, como purificadores de aire, ionizadores, entre otros.
Peligros de exponerse al radón y cómo evitarlo con extracción y ventiladores
El radón es un gas radiactivo que se desintegra fácilmente en forma de partículas, una vez es emanado del suelo para pasar al aire mismo que respiramos. Se puede filtrar en las casas con relativa facilidad, y por ello, resulta ser una causa importante de mortalidad por cáncer de pulmón, justo después del tabaco.
Los edificios cerca de minas, suelen tener este tipo de dificultades con mayor intensidad. Como sea, es un problema mundial y lamentablemente no existe un riesgo mínimo de exposición que nos haga pensar que estamos a salvo. Sus efectos por una prolongada exposición son: cáncer de pulmón, donde cada aumento de tal gas, puede incrementar el
riesgo de tal afección, hasta en un 16%; las personas fumadoras son las más propensas al radón y sus fatales consecuencias.
¿Qué hacer? Es preponderante mejorar la ventilación de la casa y lugar de trabajo, por medios naturales y artificiales. En ese sentido, instalar extractores en puntos estratégicos donde pudiera haber una concentración, es de mucha importancia. Asimismo, para evitar filtraciones desde el suelo, lo mejor sería sellar muros y pisos.
Inclusión de purificadores de aire y sistemas de aire acondicionado con purificación. Mecanismos como el Mini Split Inverter, así como dispositivos para depuración del aire, podría significar una diferencia importante entre un lugar contaminado con radón o asbesto, y uno que está completamente sano.