Con los cambios climáticos que presenciamos hoy en día y están en constante aumento, el uso de climas y sistemas de aire acondicionado se ha vuelto uno de los aliados más importantes para mantener la comodidad en el hogar o negocio durante los meses de calor.

Sin embargo, durante el invierno o en temporadas en las que su uso disminuye considerablemente, es crucial tomar ciertas medidas para proteger y mantener tu equipo en buen estado. A continuación, te compartimos una guía práctica con consejos útiles para preparar tu aire acondicionado cuando no lo estés utilizando con frecuencia.

1. Limpia el equipo antes de guardarlo o dejarlo inactivo

El primer paso es asegurarte de que tanto el interior como el exterior de tu aire acondicionado estén limpios. Si se trata de un equipo de ventana o un mini split, verifica las siguientes partes:

  • Filtros: Retíralos y límpialos con agua tibia y jabón suave. Deja que se sequen completamente antes de volver a colocarlos.
  • Unidades exteriores: Si el equipo tiene un condensador o una unidad exterior, elimina hojas, polvo y otros residuos que puedan haberse acumulado. Esto ayudará a prevenir obstrucciones y desgaste innecesario.
  • Rejillas y conductos: Limpia las rejillas y verifica que no haya suciedad acumulada en los conductos de aire.

La limpieza no solo prolongará la vida útil del equipo, sino que también garantizará un mejor rendimiento cuando lo vuelvas a usar.

2. Apaga el equipo correctamente

Antes de desconectar o apagar el sistema, asegúrate de seguir estos pasos:

  • Apaga desde el panel de control: No basta con presionar el botón de encendido/apagado en el control remoto. Apaga el sistema desde el panel principal o el termostato para evitar problemas eléctricos.
  • Desconecta de la corriente: Si el equipo no estará en uso durante varios meses, es una buena idea desconectarlo de la fuente de energía. Esto no solo reduce el consumo eléctrico en modo de espera, sino que también protege el sistema contra posibles sobretensiones.

3. Protege las unidades exteriores

Si tienes un sistema de aire acondicionado que incluye una unidad externa, como un mini split o un aire acondicionado centralizado, es fundamental proteger esta parte del equipo.

  • Cubre la unidad: Utiliza una funda específica para protegerla del polvo, la lluvia o la nieve. Es importante que el material de la cubierta permita la ventilación para evitar la acumulación de humedad, que podría causar oxidación o moho.
  • Evita bloqueos: Asegúrate de que no haya objetos, ramas o escombros alrededor de la unidad. Deja al menos un metro de espacio despejado para facilitar el flujo de aire.

4. Programa un mantenimiento preventivo

El tiempo en que tu clima no está en uso es ideal para realizar un mantenimiento profesional. Un técnico especializado puede:

  • Revisar y limpiar las bobinas.
  • Verificar el nivel de refrigerante.
  • Inspeccionar las conexiones eléctricas y otros componentes clave.

Un mantenimiento preventivo te ayudará a identificar posibles problemas antes de que se conviertan en fallas costosas y garantizará que el equipo esté listo para funcionar sin contratiempos en la próxima temporada de calor.

5. Optimiza el almacenamiento de equipos portátiles

Si tienes un aire acondicionado portátil, desmontarlo y almacenarlo correctamente es esencial:

  • Drena el agua residual: Antes de guardar el equipo, asegúrate de eliminar cualquier agua acumulada para prevenir moho o malos olores.
  • Limpia y seca todas las partes: Incluyendo los filtros, conductos y el tanque de agua.
  • Guárdalo en un lugar seco: Elige un espacio protegido de la humedad y el polvo para almacenar el equipo hasta que lo necesites nuevamente.

6. Mantén el área de instalación en buenas condiciones

Si dejas el aire acondicionado en su lugar, revisa que el entorno esté en buen estado:

  • Asegúrate de que no haya fugas de agua cercanas que puedan dañar el equipo.
  • Protege los cables eléctricos de plagas, como roedores.
  • Verifica que las rejillas o persianas cercanas estén limpias para evitar la acumulación de polvo.

Para concluir se puede decir que cuidar tu aire acondicionado durante las temporadas de baja actividad no sólo preservará su rendimiento, sino que también te ahorrará tiempo y dinero en reparaciones o reemplazos innecesarios. Con una limpieza adecuada, desconexión segura y mantenimiento preventivo, podrás asegurarte de que los climas estén listos para ofrecerte un ambiente cómodo y fresco cuando los vuelvas a necesitar.

Recuerda que un aire acondicionado bien cuidado es una inversión a largo plazo. Si tienes dudas o necesitas ayuda profesional, no dudes en contactar a un técnico especializado para recibir orientación personalizada. ¡Tu equipo te lo agradecerá!

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